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viernes, 2 de julio de 2010

El camino






Si no conoces el camino
del santuario almonteño,
si el aire de sus marismas
no te han llenado por dentro,
ni has atravesado el “ Quema “
montado en un potro nuevo,
no...
¡ No conoces Andalucía,
ni eres tú buen rociero.!

Si en un alto del camino
Y a la luz de los luceros,
no bailas las sevillanas
bajo su estrellado cielo,
ni te tomas unas cañas
con tus amigos romeros.
Si una mujer muy hermosa
con unos ojos muy negros,
rasgueando la guitarra
no te ha cantado muy quedo,
ni embelesado has olido
el perfume de su pelo,
que lo adornan con claveles
reventones tempraneros,
No...
No conoces Andalucía,
ni eres tú buen rociero.

Pero si a caballo llegas
por las marismas contento,
con una mujer preciosa
que orgulloso vas luciendo,
de esbelta figura fina
traje de lunares negros,
que cantando sevillanas
entre palmas y requiebros,
su traje de faralaes...
vuela con alas de ensueños,
repicando castañuelas
en los pinares al viento.

Lo primero que tú harás
en cuanto llegues al templo,
es postrarte de rodillas
ante la madre del cielo,
rezándole tus plegarias
dándole gracias por dentro,
a nuestra “ Blanca Paloma “
¡ Madre de los Rocieros ¡
Con los cascos de caballos,
carretas o pasos lentos,
se fue formando el camino
cuida si vas de romero…
pasar sin rozar siquiera
los lirios blancos del suelo,
que el camino va indicando
para que llegues al templo.

Si a la virgen del Rocío
vas a llevarle tus rezos,
y al rosario de la aurora
llevas antorchas de fuego,
y en esas noches de luna
oyes guitarras de lejos,
si los ojos se te nublan
del amor que sientes dentro.
Es…
¡ Es que ese duende andaluz
ya se adueñó de tu cuerpo ¡
Si el tamboril y la flauta
te hacen vibrar sin quererlo,
¡ Si la virgen del Rocío...
te ha mirado sonriendo !
Ya tienes su bendición,
ya te eligió compañero,
Para que por siempre lleves
su medalla sobre el pecho,
¡ De la virgen del Rocío…
blanca Paloma del cielo ¡
CANELA

miércoles, 5 de mayo de 2010

Jardin en primavera

¡ Si me buscas a mí... jardín en primavera ¡
te daré mil perfumes de las flores temprana
de jazmines muy blancos, de nardos y azucenas,
de la rosa de té y el clavel escarlata
¡ Si me buscas a mí...jardín en primavera
no cortarás mis flores, ni pisarás mis plantas...
aspirarás perfumes, admirando bellezas
que es lo que quiso Dios... en la tierra al crearlas.
¡ Si me buscas a mí...jardín en primavera !
quedarás extasiado con el iris del alba,
que tiñe de color floridas madreselvas...
y el cáliz de las rosas dónde el sol se derrama.
¡ Si me buscas a mí... jardín en primavera !
piensa que soy el cofre, en que las flores guarda
la simiente divina, en su más pura esencia
si hollase este jardín,,, a la belleza matas
¡ Por favor te lo pido, no mates la belleza !
perfume te daré... de las flores tempranas
de jazmines muy blancos, de nardos y azucenas,
de la rosa de té y el clavel escarlata.
!No profanes mi templo....
Ni maltrates mis plantas¡

miércoles, 14 de abril de 2010

domingo, 11 de abril de 2010

viernes, 2 de abril de 2010

lunes, 22 de febrero de 2010

Yo guardo en mi baúl

Yo guardo en mi baúl las trenzas de mi pelo,
una rosa ya seca y un poema de amor...
una carta arrugada, tus besos y un desvelo,
aquella foto nuestra, un libro y un dolor.
Yo guardo en mi baúl, palabras que no olvido,
como sol alumbrando del alma los rincones,
son caricias suaves de amores y de mimos
guardados con ternura... en nuestros corazones.
Yo guardo en mi baúl muy dulces melodías,
recuerdos del pasado me vuelven a embargar
muy dentro, sí... muy dentro, igual como aquel día,
y siento que mi alma se vuelve a enamorar.
Yo guardo aquel pañuelo que un día te dejaste,
color verde esperanza cómo el color del mar,
yo guardo en mi baúl recuerdos que olvidaste
¡ Y las lágrimas caen, cuando voy a cerrar !
CANELA.

domingo, 10 de enero de 2010

" No puedo, no puedo "


Y fueron lentamente...
resbalando las lágrimas,
recordando el pasado
me hacen daño, vivencias que se van
y sin querer regresan.

Fue aquel gesto que evita la mirada,
el roce frío...
de las manos que dieron mil caricias
y la palabra muda...
no queriendo salir de entre los labios,
por no querer mentir.
Queriéndolo olvidar me desespero,
así muy lentamente...
un día, trás otro día.
Y la razón me dice...
¡Olvida, olvida, tu pena no merece !
resbalando las lágrimas...
al cuenco del dolor, que me repite,
olvida, olvida, olvida,
y el corazón responde,
no puedo... no puedo...
no puedo todavía.