" APRENDÍ A QUERER "

Las almas queridas no tienen olvido...

manteniendo esencias de flor de pasión,

se recuerda siempre con mismo cariño,

no tienen ausencias, no tienen adiós.

Se lleva en el alma cómo un relicario

no puede olvidarse, si dentro quedó

allí hizo nido recuerdos amados

y aquellos momentos... jamás se olvidó.

Esos sentimientos en el corazón...

que al albor se abría igual que una rosa,

me enseñó a querer... y lo que es amor

guardado en mi pecho, cual joya preciosa.

¡ Almas que se quieren no saben olvidar

ni cerrar por siempre, ni echar en olvido,

muy dentro del alma la meta estará

sin que la traspase un nuevo cariño !

Vendrá otros amores queriendo borrar

huellas que pasaron de amor e ilusión,

pero muy profundo siempre encontrará...

¡ Un lugar sagrado, un templo al amor

" EL OCASO "

La tarde ya se acerca, el sol busca su ocaso,

yo con mis ojos ciegos camino sonriendo

voy recogiendo flores, al tacto de mis manos

y al agua cristalina con gusto las ofrezco.

Alondras al pasar con cantos me saludan,

tengo sabor de fruta en mis labios y aliento,

mi ropa del romero se perfuma coqueta,

y me impregna la brisa, de jara y de poleo.

De mis cegados ojos al tacto me resigno

sintiéndo flores cerca, muy junto al arroyuelo,

me acerco cautelosa, con sigilo pausado...

escuchando el sonar de mil alas al vuelo.

Pero quedó el aroma de las plantas y la brisa,

y el tibio sol que aún... yo siento en mi cabello;

se han posado en el, unas briznas suaves

de menta y manzanilla, que me regala el viento.

Acaricio con mimos, las flores de este prado

y al despedirme de ellas, les digo adiós y beso,

y vuelven a ofrecerme su fragancia olorosa,

diamantes que el ocaso ha puesto entre mis dedos,

Cómo arete de amor y por ello quizás...

agradecído el sol, padre del universo

me regala unas sombras, envuelta entre frescores,

¡ Que refleja las nubes del cielo que no veo !