Tengo en mi mente grabada
de mi niñez los recuerdos,
isla de arenas muy blancas
y aquellos padrinos viejos...
con los que yo me criaba
y a los que yo tanto quiero.
Cierro los ojos, me llama...
mi isla con voz de los sueños,
toco sus verdes retamas
de sus arenales bellos,
y como si allí me hallara
¡ El mar lo escucho y lo huelo
con sus gaviotas blancas
volando por los esteros,
en una danza de alas...
bajo el azul de su cielo !
Y el pleamar de la playa
me ha bañado con sus besos
y dado mil serenatas,
en mi ventana los vientos.
¡ Mi isla Canela adorada,
pescadora de abolengo !
frontera cómo una hermana
de Portugal por linderos,
que dentro llevo del alma
y en un altar la venero.
¡ Me acuerdo de aquella casa...
de barcos de marineros !
De sus arenas doradas
y de un lobo de mar viejo...
a quién todos respetaban
y yo olvidarlo no puedo.
De mi padrino es la estampa
del gran hombre que conservo,
¡ Que gran persona encarnaba
inspirándonos respeto !
Todavía emocionada,
creo verlo desde lejos...
y a hombres que se quitaban
al saludarlo el sombrero,
cuando con él se cruzaban.
Sí, fue un nato marinero,
capitan que navegaba...
surcador de mar y cielo
y al galeón gobernaba
combatiendo con los vientos,
buscando la pesca ansiada...
por esos mares de ensueños.
Y yo loca de la casa,
cuando en el barco lo veo,
mi imaginacion volaba
y tanto lo voy creciendo...
que con Dios lo comparaba
en mis loco sentimientos.
Era familia muy humana
a quién de verdad los quiero,
en la pos-guerra con faltas,
época de sufrimientos
el padrino...
de pesca que rebozaba,
un salabá bien repleto
de peces cómo la plata...
va a la gente repartiendo,
y a Jesús yo contemplaba
multiplicando por cientos,
esos peces que pescaba...
cómo el sermón del desierto.
El padrino no escuchaba,
era muy sordo y por ello...
" Señor Pepe el sordo llaman"
En Canela con respeto
y con andaluza gracia.
¡ En la mesa lo contemplo
tan igual a un patriarca !
A sus hijos repartiendo...
el pan, el vino y el agua
¡ Y es Jesús lo que estoy viendo,
en la cena de la Pascua !
Y veo a los marineros
que al mar enfilan sus barcas,
y escucho aquel ronroneo
de ritmicas resonancias...
de aquel ¡ leva... leva... levo !
Son... retazos de mi infancia,
Son... jirones del recuerdo,
son... sentimientos del alma.
Pero a mi padrino veo,
caminar hacia la playa
bajo el azul de su cielo,
y oigo a los hombres que cantan...
en el argot marinero
de una esplendida mañana,
¡ Aquél... leva... leva... levo !
Y es mi padrino la estampa
bajo el sol con mil reflejos...
de Jesús cuando pisaba,
aquel lago galileo...
andando sobre las aguas.
" Mi padrino fue este hombre
lo quise como a un abuelo,
Quiero hacerle este homenaje
y enviarle mi cariño...
por si me ve desde el cielo.